Que es Dolby Vision y Dolby Atmos

Dolby Vision y Dolby Atmos abren nuevos
caminos para los productores europeos

Para una empresa que apueste por la claridad de criterios, la creación de contenidos puede resultar algo complicado. Lo que debería ser una tarea sencilla (preparar un trabajo para su distribución) se vuelve cada vez más complejo. Tal vez hace tiempo fuese fácil, pero un mercado en constante evolución, donde la industria de Hollywood convive con los servicios de streaming y los broadcasters, y donde además cada uno de ellos tiene sus propios requisitos de distribución, es todo un desafío. Además, el mercado evoluciona constantemente. Entregar un producto impecable, sin salirse del presupuesto y respetando los plazos acordados, no es nada fácil. Ahora que las coproducciones son cada vez más habituales, es posible que haya que crear distintos formatos y contenidos para una misma producción. Afortunadamente, hemos desarrollado Dolby Vision® y Dolby Atmos® pensando precisamente en estos desafíos.
A mucha gente le sorprende que, a diferencia de lo que ocurre en el cine, las productoras no tengan que pagar ninguna licencia ni derechos de autor por el uso de Dolby Vision y Dolby Atmos en la transmisión. Pueden hacer lo que quieran. Si nos necesitan, estamos a su disposición, pero no nos deben nada.


Un ecosistema completo que ofrece calidad, flexibilidad y ahorro

Dolby Vision y Dolby Atmos proporcionan a los usuarios experiencias realistas, pero no se limitan a eso. Son ecosistemas de producción completos que simplifican el flujo de trabajo de la producción de contenidos, independientemente de cuál sea el destino o el formato final. Tras décadas de colaboración con distintas entidades del sector, sabemos que, para ser excepcional, la tecnología ha de ser práctica, fácil de usar y viable desde el punto de vista económico. El master de Dolby Vision funciona como punto de arranque para crear todos los demás formatos, lo que simplifica la creación del inventario y la entrega a todos los canales de distribución. Tanto Dolby Vision como Dolby Atmos son flexibles y escalables. El ecosistema de los dispositivos para el consumo de contenidos es enorme y no deja de crecer. Dada la gran variedad de capacidades de estos dispositivos, nuestra tecnología se ha diseñado para garantizar que se distribuya la
mejor versión posible de un contenido, independientemente del dispositivo que se utilice para visualizarlo. Con los metadatos creados durante la posproducción, recogidos en el archivo maestro, podemos adaptar las experiencias de Dolby Vision y Dolby Atmos para presentar contenidos lo más
cercanos posible a la intención creativa original, dentro de las capacidades del dispositivo que se esté utilizando. Si un televisor no ofrece el mismo nivel de brillo que una pantalla de alta gama, Dolby Vision se ajusta a lo que detecta que el televisor puede gestionar. Si hay menos altavoces de los que había en el estudio, no pasa nada, Dolby Atmos reproduce el sonido para el número de altavoces que haya disponibles. Todo dispositivo habilitado con tecnología Dolby Vision y Dolby Atmos sabe lo suficiente sobre su propia configuración y la interpretación de los metadatos incluidos para hacer un uso óptimo del contenido.
Entregar un master en Dolby Vision o Dolby Atmos está muy bien, pero siempre habrá que crear también otros formatos para responder a las necesidades de aquellos distribuidores y consumidores que aún no pueden acceder a contenidos en Dolby Vision o Dolby Atmos. Las tecnologías Dolby lo tienen en cuenta y se han diseñado para garantizar la flexibilidad, en el sentido de que se pueden usar para crear con rapidez y facilidad materiales independientes en todos esos otros formatos, todo ello con el mínimo esfuerzo adicional.

¿Cómo funciona en la práctica Dolby Vision y Dolby Atmos?
Cuando se trabaja dentro de en los ecosistemas de Dolby Vision y Dolby Atmos, se puede aprovechar todo lo que ofrecen ambos formatos, consiguiendo al mismo tiempo que el proceso de conversión a la baja resulte lo más sencillo posible. Las «recetas» para crear el resto de versiones también se encuentran en los metadatos, creados durante la posproducción, lo que significa que resulta más fácil garantizar la coherencia creativa entre las distintas versiones.
Dolby Vision considera el HDR como el contenido maestro, el que puede y debería ser la mejor versión posible, por lo que el proceso de conversión a SDR, una vez comprendidas las reglas, resulta muy sencillo.
Lo mismo sucede con Dolby Atmos. En este caso, se crean mezclas para el espacio tridimensional, un proceso que brinda muchas más posibilidades y flexibilidad. En la versión maestra, se pueden colocar «objetos» de audio alrededor y por encima del oyente, con lo que la experiencia resulta totalmente inmersiva cuando se utilizan dispositivos habilitados con tecnología Dolby Atmos. Convertir esta mezcla inmersiva en formatos tradicionales tampoco entraña dificultad alguna: la conversión a 7.1, 5.1 y estéreo es sencilla, intuitiva y de alta calidad. Conforme los productores descubren las posibilidades del formato, aumenta la calidad general y disminuye el tiempo necesario para crear mezclas en distintos formatos.
En resumen, tanto Dolby Vision como Dolby Atmos ofrecen a los creadores de contenidos numerosas formas de responder a las necesidades de los canales de distribución, ya sea entregando varias versiones con mucha más eficiencia o únicamente el máster, si el canal de distribución está configurado para Dolby Vision y Dolby Atmos. Hoy en día, el contenido puede tener una vida larga y variada a través de numerosas plataformas y distintos territorios de todo el mundo. Con una vida útil cada vez más larga trabajar en el formato de mayor calidad posible es un incentivo añadido (sobre todo, para archivar los contenidos y darles longevidad).
Incluso si el HDR y el audio inmersivo no están en este momento en la lista de materiales que entregar, el proceso de trabajo dentro de los ecosistemas Dolby se ha diseñado para garantizar su sencillez. Dolby Vision y Dolby Atmos son lo suficientemente eficientes como para usarlos desde el principio, incluso en SDR, o en proyectos 5.1 y estéreo, para evitar tener que remasterizar y crear nuevas versiones en el futuro, y el coste que ello supondría. La libertad que brinda el hecho de trabajar con mucho más espacio (literalmente, en Dolby Atmos, y metafóricamente, por la paleta más variada y el mayor rango dinámico en Dolby Vision) se traduce en menos restricciones para todos los interesados: productores, proveedores y consumidores.


¿Qué ventajas han brindado Dolby Vision y Dolby Atmos al contenido europeo?
Hay una idea preconcebida de que Dolby Vision y Dolby Atmos sólo sirven para las películas de acción y los efectos especiales espectaculares. En realidad, Dolby ofrece ventajas a numerosos y diferentes tipos de producciones. Por ejemplo, The Eddy, una serie de Netflix ambientada en el mundo del jazz de la París contemporánea, se rodó meticulosamente para crear la atmósfera perfecta, utilizando un estilo que recuerda a la nouvelle vague francesa y combinando material grabado en película de 16 mm con vídeo
digital 4K. El vídeo se masterizó en Dolby Vision HDR, y se entregó a Netflix en su versión HDR y SDR.
En la nominada serie a los BAFTA Formula 1: La emoción de un Grand Prix, se utilizó Dolby Atmos para llevar toda la locura de las carreras (el rugido del motor y los ruidos de otros coches) al borde del escenario sonoro, mientras que las comunicaciones por radio del piloto se aislaron en el centro. El
resultado es una experiencia sumamente inmersiva, en la que el espectador se sitúa en el centro de todo.
Además, las remasterizaciones en Dolby Vision pueden dar una segunda vida al cine clásico. La Piscine, una película de 1969 del director Jacques Deray, está ambientada en una piscina en pleno verano en el sur de Francia. En la producción, se trabajó mucho con la interacción del sol, la piel y el agua.
Gracias a la excepcional gama de colores de Dolby Vision, el agua de la piscina se aprecia a la perfección y se percibe todo lo que transmite el lugar, un mundo en el que cobraban vida las emociones de los dos protagonistas.
Los consumidores disponen de muchas formas de acceder a contenido en Dolby Vision, Dolby Atmos o ambos. Netflix, Apple TV, Disney+, Amazon Prime, Sky UK y Sky Deutschland distribuyen contenidos en streaming en formatos Dolby. Las tecnologías Dolby Vision y Dolby Atmos también están presentes en muchos discos UHD 4K Blu-ray, y cada vez más discos Blu-ray estándar cuentan con contenido en Dolby Atmos.

Las remasterizaciones en Dolby Vision también pueden dar nueva vida al cine clásico. ‘La Piscine’, la película de 1969 del director Jacques Deray se desarrolla en torno a una piscina piscina en pleno verano en el sur de Francia. La película realmente funcionó con la interacción del sol, la piel y el agua. La excepcional gama de colores de Dolby Vision significó que el agua de la piscina se podía hacer así, para capturar perfectamente esa sensación de lugar, un mundo donde las emociones de los dos personajes principales realmente podrían cobrar vida.
Los consumidores tienen muchas formas de acceder al contenido en Dolby Vision, Dolby Atmos o ambos. Netflix, Apple TV, Disney+, Amazon Prime, Sky Reino Unido y Sky Deutschland todos cuentan con contenido de transmisión en formatos Dolby. Dolby Vision y Dolby Atmos también se incluyen en muchos discos Blu-ray UHD 4K y contenido en Dolby Atmos también está disponible en una selección cada vez mayor de discos Blu-ray estándar.


Fuente original https://www.dolby.com/


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